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viernes, 3 de julio de 2015

Jurassic World (2015)

Jurassic Park (4) - Jurassic World (2015) Colin Trevorrow - EEUU

Hoy los niños se lo han pasado a lo grande. Era ver sus caras al salir y antes de darme tiempo a preguntarles nada me espetan mayor y mediano: ¿vemos ahora otra? Con eso todo está dicho.




Vayamos a la peli. He salido satisfecho del blockbuster, uno en toda regla. En esta saga, la más endeble fue la tercera. Aquí, el guion tira sin remilgos de Isla Nublar y el experimento jurásico inicial. Lo cierto es que ha tenido algún que otro detalle que me ha cautivado. La llegada al parque de los turistas es de documental, el movimiento en pantalla es monumental, los detalles de merchandising igual que reales; han dibujado el cartón piedra perfecto para un parque, uno muy amable, apenas hay barreras, la gente no sólo mira, toca, juega, se divierte. Desde luego todo este ensamblaje me ha impresionado. Las atracciones, bueno, la atracción que todo el mundo ya ha podido ver en el trailer, pues vale también, lo compro. Ya intuyes que ese charco volverá de nuevo a pantalla, sin ser Sherlock por descontado. Tecnología por doquier, no hay robots, pero hay monorraíles, hologramas, vehículos futuristas, obras de ingeniería para desplazar tribunas,... Excelente.

El director parece sea Spielberg en lugar de Trevorrow, tiene instantes de esa magia que sólo acreditan los que saben pensar con la imaginación de un niño, ese don que siempre ha tenido el Spielberg aventurero del Jones, del tiburón, de ET, de Jurassic Park; he aquí otra más para una lista de este estilo. Me muerdo algún dedo para impedir escribir lo que me gustaría, algún detalle mágico. Bueno, lo escribo, total, no es spoiler para nada. Cuando la gente entra al parque, en el barullo de todos por aquí, todos por allá, de repente ves a vendedores de bebidas, de souvenirs y uno andando con un globo que resulta ser un Dinosaurio en el que las patas son simples estelas de papel. Los creativos son el copón. En otra, cuando acceden a las antiguas instalaciones del Jurassic Park inicial, en ese hall que cobijó el épico final, ese de claro homenaje a "Cuando los dinosaurios dominaban la Tierra", vemos los dibujos de los bichos en la pared, sale uno, sale otro, y a media luz aparece la silueta de perfil de un velocirraptor, está tan bien hecho que estás esperando eso de: "y ahora va a mover un párpado y no será un dibujo", no es spoiler porque tampoco os cuento si se cierra o no el párpado, que cada cual lo mire y experimente. Bien hecha por el tipo de película que es y que pretende ser.

El guion. Pues entre flojo y previsible. Es mucho mejor lo que han hecho que lo que cuentan. Ya se sabe que no vamos a encontrar una trama con fundamento, y pese a que en algún instante atisbas algo racional, todo el resto es para dotar los minutos de alguna sonrisa, acciones excéntricas de algún mecenas, el personaje pérfido y malvado de incompasión perenne, los padres de dos niños en similitud relacional a la tercera, la tía de los niños que siendo directora de una monstruosidad pasa por dejar al género femenino con mando y sin criterio, el cachas que se batirá el cobre, el Omar Sy que se especializa en roles de relleno que no van a ninguna parte (ver "Good people", bueno, esa mejor no verla a no ser que seas un enfermo del cine). No cabe preguntarse por nada, es un cuento y como tal lo tenemos que ver. Si nuestra intención es llenar mochila con enjundia ésta quedará casi vacía, algún detalle en referencia la genética en ese cobrar valor más allá del valor, cierto en atención a la ciencia y al científico. Da igual, veremos dinosaurios, veremos el T.Rex, unos cuantos Ptrosaurios y bastantes más, incluso enseñaran atracciones tipo montar en poney, atracciones que considero tan crueles como los animales enjaulados, pero que si no atiendes a la crueldad pasa por atracción festiva, de ese sentimiento de querer un cachorro en casa al que no se le presta atención cuando crece. No sería muy feliz de pasear a mis hombros a unos cuantos monos cada 20' de 8:00 a 20:00 cada día, pero es lo que hay hasta que sepamos ser más personas.

Actores. Chris Pratt no entra entre mis favoritos pero de largo es el mejor de toda la obra. Da una imagen correcta, actúa bien en consonancia a lo que debe, está cachas y así debe ser; me resultaría dificil imaginar en ese papel a Steve Buscemi por ejemplo. Bryce Dallas Howard tiene que lidiar con las exigencias del guion, se defiende, gesticula bien pero no disciernes si plantea una comedia o un drama, y aunque cuento, si fuera en serio, hablaríamos de drama absoluto. La veremos de nuevo en poco tiempo con Cillian Murphy en una y con Robert Redford en otra, a ver si alcanza de nuevo lo que ofreció en "El bosque" de M. Night Shyamalan. Omar Sy, como ya he dicho sólo está para conformar nota racial, un personaje sin pena ni gloria, de poco minutaje al que no le saca nada de nada. El resto actuaciones son marionetas previsibles de tampoco mucha enjundia y llegamos al par de hermanos que cumplen con su cometido, nada extraordinario pero correcto.

Resumen. Cine de tarde de domingo, de familia, de palomitas, de pasar un buen rato sin esperar más que una distracción mental. Si lo valoro como cine, en su globalidad, el 6.5 lo tiene conseguido, alcanza lo que pretende, está bien hecha, decorados faraónicos, las llanuras llenas de hierba parece que hayan sido arregladas por ejército de jardineros pero pase también. Es una película muy exigente con los que somos padres, en mi opinión, todos los que lo somos con críos entre los 8 y los 13 años estamos obligados a llevarlos para que también tengan en años venideros la gratificante sensación de quedar transportados a una infancia bonita, esa de tardes que no se compran con dinero, que fijan recuerdo y te hacen sentir niño de nuevo. A mí me ocurre con algunas de romanos, de ese Godzilla cartón piedra, o de esas aventuras del Stewart Granger, John Wayne, Charlot, y unos cuantos más, en mejores días, días en que por menos te daban programa doble, terminabas justo de comer un domingo y te ibas al cine del colegio para pasar desde las 4 de la tarde hasta las 8, comiendo pipas, comprando algún helado de hielo y esperando ver a esa niña que va al colegio de al lado y que también suele venir con su hermano mayor.


Pd. En el parque no entran pobres. No hay atisbo de miseria en el entorno de Isla Nublar. Nadie pidiendo limosna, rebuscando en papeleras, vendiendo pañuelos de papel o tocando instrumentos musicales. Si así es la ficción del futuro, pues bienvenida sea también.






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